La pediculosis es una enfermedad habitual en la mayor parte de los países desarrollados, y en especial en aquellos lugares en donde existen comunidades de niños.
Llamado también Pediculus Humanus Capitis, el piojo es el causante de esta afección del cuero cabelludo en el hombre. Sin embargo, tres especies diferentes de piojos se encuentran en el ser humano:
Pediculus Humanos Corporis, Pediculus Humanos Pubis (o ladillas) y Pediculus Humanus Capitis, que es el tipo de piojos del que nos ocupamos en esta nota.
Se ha observado que el tipo de cabello es fundamental en relación a la pediculosis, puesto que la infestación se produce principalmente en las razas oriental y blanca, y en menor medida en la raza negra.
Para detectar esta enfermedad, alcanza con observar el cuero cabelludo de manera directa o con la ayuda de una lente de aumento, ya que tanto con las liendres como con los piojos un rastreo adecuado de la zona afectada resulta suficiente.
El lugar en donde más frecuentemente se encuentran los piojos es en el área de la nuca, pero en realidad el parásito puede alojarse en cualquier zona de la cabeza bien poblada de cabellos.
Síntomas visibles
El signo principal de la pediculosis es la intensa picazón en el cuero cabelludo, aunque cuando se trata de una afección ligera, esto es, la presencia de un muy escaso número de piojos, raramente podamos hallar ese síntoma que la delate.
Además de la intensa picazón en el cuero cabelludo existen otros síntomas de la pediculosis que son: las erupciones cutáneas generalizadas y, por otro lado, la inflamación de las glándulas del cuello
La observación regular del cuero cabelludo de parte de los padres en los niños, de manera preventiva y cotidiana, permite que la afección se detecte tempranamente y de este modo nos anticipemos a un problema que con el paso del tiempo puede ir progresando y creciendo, sin saber a ciencia cierta cuándo y cómo iremos luego a detenerlo.
Para realizar el rastreo de piojos o liendres se sugiere utilizar luz natural o artificial, siempre y cuando sea potente como para permitir la observación de estos parásitos.
Consecuencias
Como resultado del rascado reiterado que se produce por el estado constante de picazón, hay pacientes en los que se pueden hallar heridas –el impétigo- susceptibles de necesitar un tratamiento con antibióticos que deberá realizarse antes que la utilización de los remedios contra la pediculosis.
De manera que, en primer lugar debe realizarse la curación de la infección producida por las bacterias, en caso de presentarse, y posteriormente la afección de los piojos o liendres, puesto que los remedios contra la pediculosis merecen sus cuidados y son capaces de provocar intoxicación e irritación.
Información general sobre los piojos
Los piojos son insectos chupadores de sangre, de entre dos y cuatro milímetros de tamaño que, al carecer de alas, no pueden ni volar ni saltar. Son alargados y de color gris, y habitan principalmente la cabeza de niños y otros mamíferos. Para su subsistencia les es fundamental la humedad, el calor y sobre todo, la sangre.
Un piojo adulto no puede vivir más de 48 horas con temperatura ambiente y sin acceso a sangre humana. Si bien no es transmisor de enfermedades, sí es capaz de provocar impétigo a causa de las heridas derivadas del rascado insistente.
La picazón que tiene relación con los piojos se debe a que estos insectos de alimentan 6 veces por día y para facilitar su trabajo inyectan una saliva que produce irritación en el cuero cabelludo.
Las liendres son los huevos que ponen los piojos. Un piojo puede poner diariamente hasta diez huevos. A los siete días de ser puesto el huevo, nace lo que se llama la “ninfa”. Transcurridos diez días más, esas ninfas llegan a su adultez y empiezan a ser capaces de reproducirse.
Las liendres tienen forma ovalada y son de color marrón. A las que están vivas las encontramos a medio centímetro de la superficie de la cabeza. La vida de un piojo puede llegar a los 33 días, y las hembras serán capaces de poner unos 150 huevos en el lapso de la edad adulta.
Los piojos no tienen una relación directa con la falta de higiene, resisten perfectamente el jabón y el agua y pueden poseerlos personas que se duchan diariamente y que utilizan cremas de enjuague y champús.
Para poder diferenciar a la caspa de las liendres tenemos que tener en cuenta que las liendres son más opacas cuando están vivas y se tornan de un color blanquecino si están vacías, mientras que la caspa es de color blanco y se cae de manera espontánea del cuero cabelludo. Las liendres no caen porque se aferran con firmeza al cabello debido a un cemento que se genera cuando se ha colocado ya el huevo.
Los piojos no hacen distinción al elegir el cuero cabelludo, ni por el tamaño, ni por la coloración del cabello. Su manera tan firme de aferrarse al cabello hace que se vuelva muy difícil extirparlos de la cabeza y su mordedura es causante de sarpullidos y comezón que generan un malestar e incomodidad.
Los piojos atacan a niños de entre cinco y once años, especialmente, y las niñas son las que más padecen la afección, puesto que ellas entre sí llegan a establecer contactos más cercanos que los niños. Igualmente, una persona adulta es susceptible de contagiarse los piojos en caso de permanecer en contacto con alguien que los tiene.
El contagio de los piojos se da por el simple contacto, por la cercanía estrecha entre los niños y sus cabellos. En escasísimas ocasiones se ha demostrado que también pueden contagiarse a través de objetos intermedios como peines, sombreros, etc.
Casos excepcionales
Si bien en la mayor parte de los casos de personas que padecen pediculosis son susceptibles de ser tratadas en su propia casa, surgen algunas situaciones particulares que son excepciones a tener en cuenta, puesto que exigen de la atención médica.
- Cuando se trata de una mujer en etapa de lactancia o embarazada.
- Personas afectadas por el asma o con alergias.
- Personas que tienen piojos o nidos en las pestañas o en las cejas.
- Cuando el afectado es un niño de menos de dos años.
Cómo combatir la pediculosis
Tratámdose de una plaga, la terapéutica más recomendada es la de prevenir la enfermedad y esto significa fundamentalmente tener en cuenta:
- Usar peine fino y vinagre.
- No utilizar ni vinchas, gorras, cepillos ni peines de otras personas ni darlos en préstamo.
- Usar el cabello lo más corto posible.
- Revisar el cuero cabelludo de manera cotidiana.
Peine fino para remover los piojos y liendres
En relación al tratamiento de la pediculosis tenemos que considerar que una parte de él tiene que ver con la utilización diaria del peine fino de metal para expulsar tanto a las liendres que no son alcanzados por el efecto de la medicación, como a los piojos que ya están maduros.
La utilización de este peine es más eficaz todavía si se lo usa junto a algún compuesto que incluya vinagre blanco –ácido acético 3 a 5 %- usándolo para enjuagar el cabello o humedeciendo alguna toalla y colocándola durante media hora o una hora en el cuero cabelludo.
Existen especialistas que usan con estos mismos fines enjuagues conteniendo ácido fórmico a una graduación del 8 por ciento y también hay otros profesionales que sugieren usar aceite de oliva.
Hay una variedad de peines a tener en cuenta, que se venden en las farmacias y que son de utilidad si se los usa como es recomendado: Peine ASSY, Peine tradicional OTC, Peine eléctrico.
La ventaja de los peines es que son económicos y podemos utilizarlos todas las veces que sean necesarias. Es fundamental la continuidad en su uso, porque si no, los resultados serán mediocres o nulos.
Vinagre contra la pediculosis
No se trata de un método infalible en la lucha contra los piojos, pero al menos tiene la virtud de aflojar las liendres y poder removerlas.
Se sugiere usar el vinagre como un tratamiento complementario, el que se debe aplicar tres veces por semana, mientras dure el tratamiento.No hay que colocarlo al mismo tiempo que se ha aplicado un pediculicida y es conveniente colocarlo cuando el cabello ya se secó.
Se aplica una combinación caliente de agua y vinagre de manzana en proporciones iguales. Se debe proteger durante la aplicación los ojos del niño y toda la cara.
Tras la aplicación de la mezcla hay que permitir que el remedio actúe por un par de horas y luego se procederá a peinar el cabello.
Remover los piojos manualmente
Es una opción saludable, económica, trabajosa y con una alta posibilidad de fracaso.
Para esta variante hay que lavar el cabello del niño con champú común y luego hay que aplicar una abundante cantidad de crema de enjuague o suavizante.
Tras eso, hay que colocarle al niño una toalla de color blanco en los hombros y realizar el peinado de manera normal.
Luego, hay que dividir el cabello en segmentos apresados con pinzas, y después se pasa a hacer una raya a continuación de otra raya, cada una de ellas a medio centímetro de la que le antecede.
Se procede así a observar en detalle el cuero cabelludo y cada centímetro de cabello.
Los piojos pueden quitarse con las manos, entre los dedos pulgar e índice. A estos insectos se los puede matar entre los dedos o se pueden colocar en un recipiente con agua para posteriormente echarlos en el inodoro.
Es más fácil poder observar a las liendres cuando el cabello ya está seco, pero su tamaño es muy reducido y es probable que sea necesario de una lente con aumento o anteojos para poder detectarlas.
Se había dicho que este método está prácticamente destinado al fracaso, puesto que es necesario demasiado tiempo para ponerlo en práctica –como mínimo unos 20 minutos diarios por un término de quince días– mucha paciencia y ser constante.
Es habitual volver a hallar piojos pasadas las tres semanas, porque las liendres que no hemos extraído vuelven a desarrollarse.
Gracias a este procedimiento se pueden lograr buenos resultados, pero este éxito depende en gran medida de la tenacidad y persistencia de la persona que lo emprende.
Lociones contra los piojos
Aquellos remedios anti-piojos que son tradicionales son los que contienen malatión, fenotrina y permetrina.
Debido a que surgieron reacciones de oposición en muchos países a estos productos químicos con función insecticida, se volvieron cada vez menos frecuentados, en vista de sus importantes porcentajes de fracasos y su toxicidad.
Hay químicos insecticidas como el Antipiox, Cusitrin, Filvit P, Cruz Verde, Parasitrin, Goibi, Quellada, Kife P, Mitigal y Nosa que se han vuelto de baja eficacia como consecuencia de las resistencias que han ido ganando los piojos con el correr del tiempo debido a la evolución de los mismos.
Los remedios actuales contra la pediculosis no incluyen ya este tipo de químicos tóxicos, de modo que en las farmacias podremos encontrar a dos derivados de la silicona tales como la ciclometicona y dimeticona – Quit Nits Full Marks, Neositrin, OTC 1,2,3, carentes de insecticidas – y luego, tratamientos con esencias naturales y enzimas – Fairy Tales, Paranix.
El peligro de usar kerosene
Se desaconseja enfáticamente el uso del kerosene. Es muy frecuente que acudan a las salas de emergencias de hospitales niños que se intoxicaron con kerosene al haber sido tratados con este producto. Es fundamental tener en cuenta que utilizar el kerosene para estos fines es muy riesgoso y es necesario apartarlo de manera terminante como método para combatir la pediculosis.
Cualquier remedio que se vaya a usar en los niños es regla principal el consultar a un médico antes de su aplicación.
La pediculosis –la complejidad de esta infección en el cuero cabelludo de los niños– ha demostrado que no hay un solo remedio para combatirla ni soluciones mágicas.
Si pretendemos erradicarla definitivamente tenemos que usar varios de esos recursos anti-piojos de manera paralela, disponer de una dosis importante de paciencia y tener una constancia a toda prueba.
Es recomendable utilizar químicos (lociones) para matar los piojos, y medios mécánicos (peines finos) para remover las liendes.
Cuanto antes detectemos la afección, más fácil será erradicarla.