El cabello suele tener cierta importancia en la imagen de una persona, por eso hay que protegerlo manteniéndolo sano y limpio,
utilizando siempre productos adecuados, lo cual es fundamental para combatir problemas como la caspa.
La caspa es una descamación excesiva del cuero cabelludo que provoca la aparición de unas escamas homogéneas y agrupadas, visibles para la persona afectada y para aquellos que están a su alrededor.
Esas escamas aparecen como capas en el cabello y en mayor o menor grado sobre la ropa o las almohadas.
Su nombre técnico es pitiriasis, ya que siempre están presentes en ella las esporas de Pitirosporum ovale, un hongo capaz de hidrolizar el sebo y al que encontramos en el cuero cabelludo de cualquier individuo normal.
La caspa está compuesta por células muertas que se desprenden de la piel como resultado del metabolismo acelerado lo cual se produce como consecuencia de un desequilibrio en el proceso natural de eliminación de células en el cuero cabelludo.
Aquellas personas que sufren la caspa eliminan las células muertas del cuero cabelludo con un ritmo mucho más asiduo que el habitual. Y esa cantidad considerable de células que son desprendidas produce la reproducción de microorganismos (la flora microbiana) en el cuero cabelludo.
Conocemos dos tipos de caspa:
a) La pitiriasis seca o caspa seca, muy habitual, y que se manifiesta como una descamación de escamas blanquecinas, finas y secas, que se desprenden solas con facilidad o por el rascado y que no genera prurito ni hinchazón.
b) La pitiriasis esteatoide o caspa grasa, que presenta escamas englobadas con sebo; son de mayor tamaño, de mayor grosor, oleosas, pegajosas y de color amarillo, más adheridas al cuero cabelludo y a los cabellos. Está asociada a la seborrea y la encontramos especialmente en las áreas de presencia de sebo en la cabeza, como son la zona frontal o la zona de la nuca.
La caspa afecta a cerca del 20% de la población.
Su severidad aumenta en invierno y disminuye en verano.
Al contrario de lo que se piensa, su aparición no tiene demasiada relación con el estado de ánimo de la persona, aunque se complica cuando se generan estados de estrés.
Se manifiesta especialmente durante la pubertad, cuando se alteran muchas actividades de la piel, y alcanza su punto máximo entre los 30 y 40 años.
Es habitual que se la confunda con otras patologías, como la psoriasis o dermatitis seborreica.
Las causas de la caspa
Se dice que la caspa se da como consecuencia de diversos factores, pero que solo algunos de ellos han sido investigados en profundidad.
Además de estar presente en el cabello, la caspa puede encontrarse también en las pestañas u otras zonas donde exista pelo.
El hongo Pityrosporum ovale es la causa más común de la caspa y se encuentra encima de la piel tanto de personas saludables como en las que tienen caspa.
Este hongo metaboliza la grasa humana, llegando a ser un producto secundario antihigiénico.
También el hongo Malassezia furfur se desarrolla a gran velocidad , interifiriendo en la renovación natural de las células y provocando la picazón.
Hay bacterias y hongos que cumplen funciones semejantes y que originan la caspa.
Otro de los factores: las glándulas sebáceas sobrerreactivas pueden causarla.
Agregando a estos factores, existen otros que tienen que ver con el tipo de alimentos que se consumen, las enfermedades, la época del año, el uso de diversos productos químicos, las tinturas para el cabello, los aerosoles, la transpiración en abundancia, la tensión nerviosa, la micosis y la historia familiar de cada usuario.
Es importante siempre recordar que los cambios de clima pueden afectar al cuero cabelludo.
Algunas recomendaciones
Sin embargo, no prestar atención a la caspa puede hacer que se acumule la descamación en el cuero cabelludo creando más picazón y aumentando así las ansias por rascarse, lo que puede lesionar, con el tiempo, al cuero cabelludo.
Se sugiere, para combatir la caspa:
* Para remover las células muertas mantener cuero cabelludo siempre limpio.
* Consumir una dieta basada en frutas y verduras.
* Evitar el exceso de café, té, condimentos fuertes, comidas enlatadas, harina blanca, azúcar y carnes.
* Masajear diariamente el cuero cabelludo.
* Cepillar diariamente el cabello para mejorar la circulación.
Tratamiento contra la caspa
Existen productos cosméticos que consiguen resultados excelentes a la hora de solucionar este problema, que suele generar mayor preocupación en lo referente a lo estético más que por tratarse de una enfermedad cutánea.
Los cuidados cosmetológicos consisten en el uso de champús específicos con reglas estrictas de aplicación que deben seguirse ordenadamente.
Estos champús contienen en su formulación sustancias antibacterianas y antifúngicas de amplio espectro y sustancias específicas como son, y especialmente, el ketoconazol, el piritionato de zinc, el de alquitrán de hulla (aunque se está desaconsejando en EEUU por sus propiedades cancerígenas) la piroctona olamina, el disulfuro de selenio y algunas plantas medicinales como la capuchina (Tropaeolum majus), que deben utilizarse de forma adecuada para cada tipo de caspa.
El dermatólogo o el farmacéutico serán las personas que le recomendarán el más indicado para su caso y su modo de uso.
Si bien sabemos que no existe la cura definitiva para la caspa, conocemos algunos datos que demuestran podemos controlarla perfectamente bien.
Lo ideal es evitar el consumo excesivo de ciertos alimentos y cuidar nuestro cabello, pero de ser necesario conocemos
algunos productos escpecialmente indicados para tratar esta afección de manera eficaz.
Por citar un ejemplo, el champú con ketoconazol suele
mantener la caspa a raya.