Con el transcurrir del tiempo y de las épocas, lo que antes era vivido de acuerdo a una forma de representación simbólica de la realidad, ha modificado luego y por completo su manera de ser visto en la sociedad. Además de visualizarse esos cambios en múltiples campos, sucede también con la estética corporal, con la imagen que nos hacemos del cuerpo y su cuidado. El significado que socialmente tienen hoy día las canas también es diferente al de ayer.
Antes, el ser canoso, tenía la connotación de «sabiduría, madurez, conocimiento, experiencia» (ideas que se mantienen aún en algunas culturas) lo que, visto hacia atrás, no parece ser tan negativo ni peyorativo de las personas que llegaban a esa edad. Más bien todo lo contrario.
Pero los tiempos han cambiado, y ese modo de nombrar y ver las cosas también.
Los excesos de la propaganda, el culto exacerbado e irresponsable que se hace de la imagen corporal, la falta de reflexión a que impulsan los modos de vida actual, en donde los procesos naturales de la vida – el envejecimiento – son poco aceptados y hasta mal vistos, han llevado a la mujer y al hombre a ver con mayor naturalidad la adaptación a esas consignas sociales, casi sin cuestionar cómo es que se ha llegado a ese estado de cosas.
No está mal, desde luego, cuidar la estética del cuerpo, pero puede ser nocivo cuando las personas hacen de este asunto un tema de vida o muerte, como si no hubiese en la existencia de un ser humano otras cosas que merezcan nuestra atención, como si la imagen del cuerpo fuese el único recurso mediante el cual una persona pudiera contar para ganar el interés y el reconocimiento del entorno.
En definitiva cada uno hace lo que le parece, pero sería deseable que quien busque «dar una imagen mejor», piense en las consecuencias de este accionar, y qué lo lleva en cada momento a dar tanta importancia a la estética del cuerpo
Es cierto que en esta vida pasan muchas otras cosas además del cuidado que damos a nuestra imagen corporal, pero hay gente que no lo sabe.
Las canas forman parte de un proceso natural inevitable
A nadie sorprende que en algún momento comiencen a aparecer canas, se trata del devenir natural de nuestro cabello pasada cierta edad.
Así como sucede con la piel, que comienza a arrugarse por natural consecuencia del paso del tiempo, con el cabello sucede lo mismo: empieza lentamente a perder su coloración natural.
Las canas se generan por una pérdida de la funcionalidad del melanocito, célula que origina la melanina. Al disminuir este pigmento, el cabello comienza a blanquearse, fenómeno al que académicamente se lo conoce como canicie o senescencia.
En definitiva, con el paso de los años, el mecanismo biológico encargado de pigmentar la cabellera deja de funcionar y con él desaparece el tinte natural del cabello. La decoloración es irreversible y depende en la mayoría de las ocasiones de procesos hereditarios.
Canas prematuras
Además de existir el factor hereditario, genético, que explica la aparición natural de las canas, reproducidas muchas veces como un calco del estilo en hijos, padres y abuelos, hay otros motivos que provocan también su irrupción y se refieren a las canas llamadas «prematuras».
Las canas prematuras son provocadas por diversos factores: herencia, alimentación, enfermedades, estrés, tabaquismo.
-Alimentación: la ausencia de ciertos minerales y vitaminas puede causar la aparición prematura de canas. Está comprobado que la falta de sílice, cobre, hierro, cinc, vitamina B1 o vitamina B2 pueden provocar la deficiente pigmentación del cabello.
-Algunos problemas médicos y sus efectos colaterales y las contraindicaciones de algunos medicamentos en varias oportunidades pueden determinar de qué modo y con qué rapidez una persona se vuelve canosa. Se comprueba que inmediatamente, cuando se hacen desaparecer esos factores citados, el cabello puede volver a su color habitual.
-El estrés, que puede estar provocado por un conjunto de estados mentales que alteran las emociones, tales como extremas presiones laborales, situaciones sentimentales muy dolorosas, grandes disgustos, en fin, situaciones en donde se viven estados de angustia que pueden provocar a su vez disfunciones hormonales serias, son culpables de la aparición prematura de las canas.
-Enfermedades: las canas prematuras pueden ser también producto de la presencia en el organismo de enfermedades como el hipotiroidismo o la anemia perniciosa, a las que se vincula con la deficiencia de vitamina B12.
También la poliosis es uno de los tipos de calvicie prematura, pero restringida a una parte específica del cuero cabelludo. Se manifiesta apareciendo en un solo mechón blanco aislado del cabello y su aparición se debe a causas hereditarias.
¿Qué hacer con nuestras canas?
Si tenemos intención de combatir las canas podemos tener en cuenta que existen sustancias que, al ser combinadas con las proteínas del cabello, pueden dar lugar a resultados muy similares a los producidos por la melanina.
De todos modos, si consideramos cuales son los nutrientes que necesitamos para alimentar correctamente a nuestro cabello, seguramente el organismo nos permitirá hacer más lento su proceso de envejecimiento y su consiguiente emblanquecimiento.
Hay que tener en cuenta, justamente, que muchas veces las canas tienen que ver con componentes vitamínicos que faltan en la alimentación. Estos nutrientes tan importantes pueden absorberse directamente por el cabello o ser ingeridos como complementos nutricionales: zinc, yodo, hierro cobre, vitaminas B5 y B12, tiamina y riboflavina, sílice, etc.
También existen remedios caseros que suelen utilizarse para contrarrestar las canas. Por supuesto, no existen evidencias concretas que demuestren que esto funcione.
-Grosella espinosa india. Trozarla, dejar secar y luego hervir en aceite de coco. Para pigmentación.
-Manteca, masajeando en el cuero cabelludo dos veces por semana. Previene las canas.
-Amaranto, con el jugo de sus hojas. Ayuda a conservar el color del cabello.
-Hojas de curry, hervirlas en aceite de coco para obtener un tónico. Favorece la pigmentación.
Utilización de tinturas para cubrir las canas
Si las canas se presentan en un bajo porcentaje (30%) y la preferencia del usuario son las tinturas, la Asociación Americana de Dermatología sugiere el uso de semipermanentes, por ser procesos más suaves que cubren el pelo blanco dándole un aspecto que no alterará el color natural de la cabellera y respetará durante más tiempo la salud capilar. Estos productos no contienen ni peróxido ni amoníaco por lo que suelen no dañar en absoluto el cabello.
Cuando se ha llegado al 50% y el usuario no encuentra otra solución que las tinturas permanentes, es absolutamente necesario tener en cuenta que, si las tinturas son utilizadas en forma excesiva y sin control adecuado, pueden provocar importantes daños al cabello y traer -debido a los químicos que las componen- otros trastornos de salud (reacciones alérgicas en la piel).
Es por eso que, a cualquier persona que quiera utilizar tinturas permanentes, se le sugiere consultar a un dermatólogo antes de usarla, a pesar de que las tinturas estén sometidas por los laboratorios a constantes pruebas contra efectos colaterales.
Antes que nada, el miramiento debe ser por nuestra salud. Y mientras la solución que se encuentre no traiga como efecto secundario un uso perjudicial para nuestro organismo, entonces no habrá inconvenientes.
Es comprensible el deseo de las personas de verse bien estéticamente, pero es desaconsejable recurrir a cualquier artificio para lograrlo.
No hay que perder la cabeza ante nuestros estados de insatisfacción. La respuesta a nuestro problema debe ser sensata y saludable.
El cabello blanco o el cabello gris deben tener una importancia relativa en nuestras vidas
El mundo es bastante más que la sola presencia estética que podemos dar a los otros.