Se trata de un tipo de caída masiva del cabello que se produce en la fase de crecimiento anágeno de un modo radical, generalizado, y en un breve lapso de tiempo sin referencia a ningún patrón común, tal como sucede habitualmente en los casos de alopecia androgénica.
El efluvio anágeno es resultado de la inhibición de las células que están la fase de división en los folículos, llevando a una súbita interrupción de la producción de cabello.
Este efluvio, tal como sucede también con el efluvio telógeno, puede ser la consecuencia de una serie variada de causas, siendo algunas de ellas, capaces de producir las dos patologías en una misma persona.
Esta caída de cabello puede llegar a significar el 80% de su totalidad y afectar a casi todos los folículos en la fase anágena de crecimiento activo.
El cabello siempre está en alguna de sus tres etapas de desarrollo: anagena, catágena o telógena. En general, solamente un 10% del cabello está en la etapa telógena o catagena. El crecimiento del cabello se produce en la etapa anagena.
El efluvio anágeno se debe a la aparición de alguna causa –a veces desconocida- que afecta la papila del cabello. Dependiendo de la magnitud de esa causa, habrá mayor o menor caída así como también mayor o menor afinamiento del cabello.
A pesar de la aparente gravedad que puede suscitar una pérdida tan súbita y drástica en este tipo de alopecia, finalmente no lo es tanto, ya que las personas que padecen un efluvio anágeno no tienen dificultad en recuperar en más de un 90% esa cantidad de cabellos perdidos. Y lo notable ante una caída masiva por consecuencia del efluvio anágeno, es que la recuperación de lo perdido se alcanza en todos los casos, pocos meses después de poner fin a la causa que desencadenó el efluvio.
Es de fundamental importancia poder identificar cuáles son las causas que lo generan, y actuar lo más pronto posible para que quien padezca el efluvio no busque soluciones equivocadas.
Causas potenciales del efluvio anageno
- Personas que están haciendo tratamientos con quimioterapia. Hay que decir que el efluvio anageno total se observa muy a menudo en personas que están haciendo tratamientos contra el cáncer, y esto se da así ya que las células foliculares se dividen a gran velocidad y por eso la quimioterapia las afecta.
- Personas que sufren de trastornos endocrinos.
- Cuando en la dieta faltan nutrientes como cobre, biotina, vitamina C, zinc, hierro, ácidos grasos esenciales.
- Los estados infecciosos sostenidos.
- El exponerse a agentes tóxicos como el talio, boro, arsénico y cromo.
- El uso incorrecto de algunos medicamentos. Hay medicamentos que pueden provocar efectos secundarios en el cabello, ellos son: fluoruracilo, vasopresina, vinblastina, cisplatino, busulfan, ciclofosfamida, entre otros.
- La radiación ionizante: rayos gamma y rayos x.
- Enfermedades genéticas hereditarias: Síndrome de Pollit, tipo hipotricosis.
- Problemas hormonales: el efluvio puede relacionarse con el hipotiroidismo, la diabetes juvenil, el síndrome de Cushing y con el hipopituitarismo.
- Puede ser una consecuencia de una condición médica que genera la caída del cabello, tal como la alopecia areata.
- También se da el caso de la caída inmediata del cabello cuando ha habido un implante capilar, suele caer el cabello injertado en su mayoría, pero volviendo a crecer luego del tercer mes. Se considera que este evento es absolutamente normal y se incluye entre los casos de efluvio anágeno.
Forma de tratamiento
Para que el lapso de recuperación del cabello tras un efluvio anageno sea menor a los 4 meses, los especialistas siguen sugiriendo el uso de los medicamentos más conocidos: minoxidil y finasteride.
De ese modo, quizás, los plazos se acorten, es posible que se acelere el proceso de crecimiento, pero es cierto que no se puede generalizar, pues se trata siempre del caso por caso.
En aquellos que sufren de AGA, al ya tener regiones debilitadas como consecuencia de este tipo de alopecia, es posible que los cabellos perdidos o parte de ellos no vuelvan a crecer. En general lo recuperado llega a un 80% y no más.
Del mismo modo que en el caso del efluvio telógeno, la caída del cabello repentina que se produce cuando hay efluvio anágeno, se detiene cuando se identifican las causas y cuando se pone un punto final a las mismas.
Luego de esto, progresivamente, el cabello va retomando su condición inicial.